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River igualó en uno con Banfield en el Monumental. Marcelo Barovero volvió a Núñez y fue la figura. Entraron Claudio Echeverri y Pablo Solari, que además, anotó el gol del empate.

En la antesala de lo que será el clásico del próximo domingo ante Boca, el equipo de Martín Demichelis tenía que medirse ante un rival, a priori, sencillo de barrer, teniendo en cuenta que Banfield llegaba sin victorias en la Copa de la Liga y con un plantel con mucha cantidad de jóvenes. Sin embargo, y para sorpresas de muchos, el conjunto de Julio Falcioni fue quien impuso condiciones en gran parte del cotejo.

En el primer tiempo, River no logró desdoblar el cerrojo defensivo propuesta por el Taladro, quien le cerró todos los caminos internos y lo obligó a atacar por las bandas. De esta manera, el local se desdibujó ya que sus mejores intérpretes no daban pie con bola en el partido. Apenas algunas apariciones individuales de Esequiel Barco, y que terminaron con disparos desde afuera del mismo futbolista, hicieron preocupar al arco defendido por Marcelo Barovero, en su regreso emotivo al estadio Monumental.

De hecho, en el segundo tiempo apareció la figura de Trapito para sostener a un equipo visitante que defendió cada vez más atrás, producto de los ingresos de Pablo Solari y, sobre todo, Claudio Echeverri. El juvenil, ya vendido a Manchester City, ingresó con muchas ganas y fue determinante en el cambio actitudinal y de agresividad que mostraron los de Demichelis.

No obstante, y pese a varias atajadas de Barovero, el que dio el primer golpe fue Banfield. A falta de cinco minutos para el cierre del telón, Nacho Fernández erró un pase en mitad de cancha, que fue cortado y en el lanzamiento posterior, los de Falcioni encontraron en Braian Galván a un receptor que supo hacer las cosas muy bien: controló y remató con potencia y precisión al primer poste. Armani pudo hacer algo más, pero la pelota se le terminó metiendo igual.

Enseguida River encontró la igualdad. Barco desniveló por izquierda, largó un centro con su pie menos hábil y, en posición de nueve goleador, apareció Solari para igualar las acciones con un cabeza fortísimo. 

Sin más, el Millonario no pudo pasar de un empate ante Banfield y ahora tendrá toda la semana para trabajar pensando en el partido que todo el mundo River quiere ganar: el superclásico frente al eterno rival de toda la vida.